friki1

viernes, 25 de noviembre de 2011

cuento bonito, que no feo de navidad.


El elfo del rosal
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Cuento de hadas por Hans Christian Andersen

En el centro de un jardín crecía un rosal cuajado de rosas y en una de ellas, la más hermosa de todas, habitaba un elfo tan pequeñín que ningún ojo humano podía distinguirlo. Detrás de cada pétalo de la rosa tenía un dormitorio. Era tan bien educado y tan guapo como pueda serlo un niño, y tenía alas que le llegaban desde los hombros hasta los pies. ¡Oh, y qué aroma exhalaban sus habitaciones, y qué claras y hermosas eran las paredes! No eran otra cosa sino los pétalos de la flor, de color rosa pálido.

Se pasaba el día gozando de la luz del sol, volando de flor en flor, bailando sobre las alas de la inquieta mariposa y midiendo los pasos que necesitaba dar para recorrer todos los caminos y senderos que hay en una sola hoja de tilo. Son lo que nosotros llamamos las nervaduras; para él eran caminos y sendas, ¡y no poco largos! Antes de haberlos recorrido todos, se había puesto el sol; claro que había empezado algo tarde.

Se enfrió el ambiente, cayó el rocío, mientras soplaba el viento; lo mejor era retirarse a casa. El elfo echó a correr cuando pudo, pero la rosa se había cerrado y no pudo entrar, y ninguna otra quedaba abierta. El pobre elfo se asustó no poco. Nunca había salido de noche, siempre había permanecido en casita, dormitando tras los tibios pétalos. ¡Ay, su imprudencia le iba a costar la vida!

Sabiendo que en el extremo opuesto del jardín había una glorieta recubierta de bella madreselva cuyas flores parecían trompetillas pintadas, decidió refugiarse en una de ellas y aguardar la mañana.

Se trasladó volando a la glorieta. ¡Cuidado! Dentro había dos personas, un hombre joven y guapo y una hermosísima muchacha; sentados uno junto al otro, deseaban no tener que separarse en toda la eternidad; se querían con toda el alma, mucho más de lo que el mejor de los hijos pueda querer a su madre y a su padre.

-Y, no obstante, tenemos que separarnos -decía el joven­. Tu hermano nos odia; por eso me envía con una misión más allá de las montañas y los mares. ¡Adiós, mi dulce prometida, pues lo eres a pesar de todo!

Se besaron, y la muchacha, llorando, le dio una rosa después de haber estampado en ella un beso tan intenso y sentido que la flor se abrió. El elfo aprovechó la ocasión para introducirse en ella, reclinando la cabeza en los suaves pétalos fragantes; desde allí pudo oír perfectamente los adioses de la pareja. Y se dio cuenta de que la rosa era prendida en el pecho del doncel. ¡Ah, cómo palpitaba el corazón debajo! Eran tan violentos sus latidos, que el elfo no pudo pegar el ojo.

Pero la rosa no permaneció mucho tiempo prendida en el pecho. El hombre la tomó en su mano y, mientras caminaba solitario por el bosque oscuro, la besaba con tanta frecuencia y fuerza, que por poco ahoga a nuestro elfo. Éste podía percibir a través de la hoja el ardor de los labios del joven; y la rosa, por su parte, se había abierto como al calor del sol más cálido de mediodía.

Se acercó entonces otro hombre, sombrío y colérico; era el perverso hermano de la doncella. Sacando un afilado cuchillo de grandes dimensiones, lo clavó en el pecho del enamorado mientras éste besaba la rosa. Luego le cortó la cabeza y la enterró, junto con el cuerpo, en la tierra blanda del pie del tilo.

-Helo aquí olvidado y ausente -pensó aquel malvado-; no volverá jamás. Debía emprender un largo viaje a través de montes y océanos. Es fácil perder la vida en estas expediciones, y ha muerto. No volverá, y mi hermana no se atreverá a preguntarme por él.

Luego, con los pies, acumuló hojas secas sobre la tierra mullida, y se marchó a su casa a través de la noche oscura. Pero no iba solo, como creía; lo acompañaba el minúsculo elfo, montado en una enrollada hoja seca de tilo que se había adherido al pelo del criminal mientras enterraba a su víctima. Llevaba el sombrero puesto, y el elfo estaba sumido en profundas tinieblas, temblando de horror y de indignación por aquel abominable crimen.

El malvado llegó a casa al amanecer. Se quitó el sombrero y entró en el dormitorio de su hermana. La hermosa y lozana doncella yacía en su lecho soñando con aquél que tanto la amaba y que, según ella creía, se encontraba en aquellos momentos caminando por bosques y montañas. El perverso hermano se inclinó sobre ella con una risa diabólica, como sólo el demonio sabe reírse. Entonces la hoja seca se le cayó del pelo, quedando sobre el cubrecamas sin que él se diera cuenta. Luego salió de la habitación para acostarse unas horas. El elfo saltó de la hoja y, entrándose en el oído de la dormida muchacha, le contó, como en sueños, el horrible asesinato, describiéndole el lugar donde el hermano lo había perpetrado y aquel en que yacía el cadáver. Le habló también del tilo florido que crecía allí, y dijo:

-Para que no pienses que lo que acabo de contarte es sólo un sueño, encontrarás sobre tu cama una hoja seca.

Y, efectivamente, al despertar ella la hoja estaba allí. ¡Oh, qué amargas lágrimas vertió! ¡Y sin tener a nadie a quien poder confiar su dolor!

La ventana permaneció abierta todo el día; al elfo le hubiera sido fácil irse a las rosas y a todas las flores del jardín; pero no tuvo valor para abandonar a la afligida joven. En la ventana había un rosal de Bengala; se instaló en una de sus flores y se estuvo contemplando a la pobre doncella. Su hermano se presentó repetidamente en la habitación, alegre a pesar de su crimen; pero ella no osó decirle una palabra de su cuita.

No bien hubo oscurecido, la joven salió disimuladamente de la casa, se dirigió al bosque, al lugar donde crecía el tilo, y apartando las hojas y la tierra no tardó en encontrar el cuerpo del asesinado. ¡Ah, cómo lloró, y cómo rogó a Dios Nuestro Señor que le concediese la gracia de una pronta muerte!

Hubiera querido llevarse el cadáver a casa, pero al serle imposible cogió la cabeza lívida, con los cerrados ojos, y besando la fría boca sacudió la tierra adherida al hermoso cabello.

-¡La guardaré! -dijo, y después de haber cubierto el cuerpo con tierra y hojas, volvió a su casa con la cabeza y una ramita de jazmín que florecía en el sitio de la sepultura.

Llegada a su habitación, cogió la maceta más grande que pudo encontrar, depositó en ella la cabeza del muerto, la cubrió de tierra y plantó en ella la rama de jazmín.

-¡Adiós, adiós! -susurró el geniecillo, que, no pudiendo soportar por más tiempo aquel gran dolor, voló a su rosa del jardín. Pero estaba marchita; sólo unas pocas hojas amarillas colgaban aún del cáliz verde.

-¡Ah, qué pronto pasa lo bello y lo bueno! -suspiró el elfo. Por fin encontró otra rosa y estableció en ella su morada, detrás de sus delicados y fragantes pétalos.

Cada mañana se llegaba volando a la ventana de la desdichada muchacha, y siempre encontraba a ésta llorando junto a su maceta. Sus amargas lágrimas caían sobre la ramita de jazmín, la cual crecía y se ponía verde y lozana, mientras la palidez iba invadiendo las mejillas de la doncella. Brotaban nuevas ramillas y florecían blancos capullitos que ella besaba. El perverso hermano no cesaba de reñirle, preguntándole si se había vuelto loca. No podía soportarlo, ni comprender por qué lloraba continuamente sobre aquella maceta. Ignoraba qué ojos cerrados y qué rojos labios se estaban convirtiendo allí en tierra. La muchacha reclinaba la cabeza sobre la maceta, y el elfo de la rosa solía encontrarla allí dormida; entonces se deslizaba en su oído y le contaba de aquel anochecer en la glorieta, del aroma de la flor y del amor de los elfos; ella soñaba dulcemente. Un día, mientras se hallaba sumida en uno de estos sueños, se apagó su vida, y la muerte la acogió, misericordiosa. Se encontró en el cielo, junto al ser amado.

Y los jazmines abrieron sus blancas flores y esparcieron su maravilloso aroma característico; era su modo de llorar a la muerta.

El mal hermano se apropió la hermosa planta florida y la puso en su habitación, junto a la cama, pues era preciosa y su perfume una verdadera delicia. La siguió el pequeño elfo de la rosa, volando de florecilla en florecilla, en cada una de las cuales habitaba una almita, y les habló del joven inmolado cuya cabeza era ahora tierra entre la tierra, y les habló también del malvado hermano y de la desdichada hermana.

-¡Lo sabemos -decía cada alma de las flores-, lo sabemos! ¿No brotamos acaso de los ojos y de los labios del asesinado? ¡Lo sabemos, lo sabemos! -y hacían con la cabeza unos gestos significativos.

El elfo no lograba comprender cómo podían estarse tan quietas, y se fue volando en busca de las abejas, que recogían miel, y les contó la historia del malvado hermano, y las abejas lo dijeron a su reina, la cual dio orden de que, a la mañana siguiente, dieran muerte al asesino.

Pero la noche anterior, la primera que siguió al fallecimiento de la hermana, al quedarse dormido el malvado en su cama junto al oloroso jazmín, se abrieron todos los cálices; invisibles, pero armadas de ponzoñosos dardos, salieron todas las almas de las flores y, penetrando primero en sus oídos, le contaron sueños de pesadilla; luego, volando a sus labios, le hirieron en la lengua con sus venenosas flechas.

-¡Ya hemos vengado al muerto! -dijeron, y se retiraron de nuevo a las flores blancas del jazmín.

Al amanecer y abrirse súbitamente la ventana del dormitorio, entraron el elfo de la rosa con la reina de las abejas y todo el enjambre, que veníam a ejecutar su venganza.

Pero ya estaba muerto; varias personas que rodeaban la cama dijeron:

-El perfume del jazmín lo ha matado.

El elfo comprendió la venganza de las flores y lo explicó a la reina de las abejas, y ella, con todo el enjambre, revoloteó zumbando en torno a la maceta. No había modo de ahuyentar a los insectos, y entonces un hombre se llevó el tiesto afuera; mas al picarle en la mano una de las abejas, soltó él la maceta, que se rompió al tocar el suelo.

Entonces descubrieron el lívido cráneo, y supieron que el muerto que yacía en el lecho era un homicida.

La reina de las abejas seguía zumbando en el aire y cantando la venganza de las flores, y cantando al elfo de la rosa, y pregonando que detrás de la hoja más mínima hay alguien que puede descubrir la maldad y vengarla.

navidades homizidas


Navidad siniestra
Diciembre 23.
Son más de las ocho de la noche, Nancy sale para hacer las últimas compras navideñas al centro. Sabe que hay mucha gente, pero le hace falta un regalo, para su madre.
En la última esquina de su colonia, se encuentra siempre un Santa Claus algo sucio que pide caridad, pero ella nunca le ha dado algo de dinero. Por desgracia para ella, de ley tiene que cruzar por ese callejón para salir a la avenida y tomar el autobús. Lo observa esperando que de nuevo le pida limosna, ella intenta cubrir su rostro con su bufanda, pero el anciano la observa desde una distancia.
- ¡¡¡Hijita Feliz Navidad!!!... ¿tendrás algo que darme para una buena causa navideña? -dice el anciano vestido de Santa. Mientras sacude un par de campanillas.
- Discúlpeme... es que no traigo cambio, tal vez en otra ocasión.
- Siempre dices lo mismo... ¡¡Nunca me das nada mocosa!!.-dice exaltado el hombre que desde cierta distancia Nancy no logra visualizar bien.
- Discúlpeme pero no es obligación así que... con su permiso.
- ¡¡¡Perra ramera, pero si tiene para comprar regalos!!!
- ¡¡¡Imbécil!!!.
Nancy se aleja molesta, después de la discusión con el hombre vestido de Santa Claus. Minutos más tarde, alguien se detiene justo detrás del anciano, que sorpresivamente saca de su larga gabardina roja un pica hielo.
Impulsándose se lo incrusta a la espalda del disfrazado, éste de inmediato cae muerto a la nieve; aprisa le quita su vestimenta y se coloca las botas y el gorrillo.

Nancy está algo desesperada, ya es algo tarde y su autobús no aparece, a lo lejos escucha unos pasos sobre el hielo aún húmedo, comienza a escuchar las campanillas, cierra sus ojos imaginando al santa Claus grosero, se levanta para impedir que siga fastidiándola, se da la media vuelta y dice un insulto al anciano, pero a sorpresa de ella, no se trata del mismo Santa. Ella pide disculpas sonrojada y se vuelve a sentar para esperar el autobús.

Las campanillas son colocadas a un lado de ella, Nancy las observa y las encuentra manchadas de sangre. Lentamente alza la mirada y observa el pica hielo ensangrentado tomado por alguien completamente extraño. Antes de que puede decir o gritar algo, le es rayado el brazo, la chica comienza a gritar y correr, tras ella la sigue aquel misterioso Santa Claus.

Desesperada para salirse del peligro, Nancy se esconde en un callejón, pero es vista, de nuevo comienza a correr sin imaginar que no hay salida del otro lado. La chica llega a la inmensa pared de concreto, tratando de buscar una salida, pero no la hay, Nancy observa cómo se acerca hacia ella lentamente aquel terrible ser, la chica respira entrecortada por el pánico. Le toma la cara entre sus manos cubiertas por unos guantes negros; las lágrimas le brotan a la joven, pide clemencia pero es inútil, sin pensar más, el Santa toma con fuerza el pica hielo y es incrustado en el ojo el punzo cortante; Nancy cae al piso, intentando pedir ayuda, pero el dolor y el pánico evitan que su voz aumente, comienza arrastrarse tratando de sobrevivir al extraño Santa Claus.

Nancy siente que no puede moverse, algo se lo impide, observa a su asesino pisándole la espalda.
- No te portaste bien este año Nancy -dice con cierto sarcasmo. Sin poder decir nada más, le clava en el cuello el pica hielo. Nancy muere instantáneamente.


A la mañana siguiente.
Alicia se levanta, ruidos alarmante provenientes del exterior de su casa, la despiertan, su madre entra a su habitación alarmada, Alicia le pregunta sobre el ruido que se está produciendo afuera, su madre le platica que encontraron el cuerpo sin vida de Nancy en la avenida de la colonia.
- Pero ¿cómo va a hacer, qué motivos tendrían para matarla? -pregunta sorprendida Alicia.
- No sé hija, pero la conozco desde que ambas eran pequeñas, es mi vecina y créeme que me duele, nunca supe sobre problemas como para acabar muerta.
- Eso sí que es alarmante madre, tan pronto en Navidad.
- Qué regalo navideño más aterrador.
Después de un par de horas, Alicia sale para enterarse de lo sucedido, la casa de Nancy se encuentra a dos casas de la de ella. Habían sido vecinas por más de dieciocho años. Alicia camina hasta la escena de crimen, donde varios policías prohíben el paso. Entre empujones y gente corriendo, Alicia logra ver el saco que utilizaba el anciano disfrazado de Santa Claus.

En las noticias, de la televisión local, informan que al parecer el anciano la había asesinado, pues según indican muchos de los vecinos de la zona, aquel hombre se había estado comportando muy grotescamente y seguro ebrio había asesinado a la joven, suponen que huyó pues solo encontraron el saco perteneciente a su disfraz.

Alicia recibe la visita de su vecino Robbie, quien se encuentra lloroso y triste, Robbie le confiesa a la chica que había estado muy enamorado de Nancy, pero ella siempre lo rechazó. Alicia lo consuela para que no se deprima. Minutos más tarde, su hermana Rilia va por él.
- Rob tenemos que irnos, papá te esta buscando para que lo ayudes. -dice Rilia.
- Si ahí voy, ya me tengo que ir Alicia, pero Feliz Navidad, por si no vengo a felicitarte en la noche.
- Igualmente Robbie, me felicitas a tus papás.
- Pues ya me tengo que ir también, nos vemos Ali -dice Rilia.
- Espérate Rilia, tengo que preguntarte algo. -Deteniéndola del brazo- Dime una cosa...
- ¿Qué pasa?
- ¿Estás contenta por la muerte de Nancy?.
- Pero qué cosas dices Alicia... ¿cómo me voy alegrar por la muerte de alguien?.
- Tú sabes por qué lo pregunto, yo misma no negaré que sentí un alivio cuando me enteré.
- Pues sí... esa perra se lo merecía, sólo vivía para pisotear a las personas y más a mi hermanito.
- ¿No tuviste nada que ver verdad Rilia?.
- ¿Estás loca?... soy mala pero no asesina, además estaba con Steve toda la noche...
- ¿Quién dijo que Nancy murió en la noche, Rilia?
- Nadie... sabes... ya me voy porque mi abuela nos espera en su casa.
- Sí... no querrás que sepan que aún te juntas conmigo.
- Tú sabes que todo sería normal si no hubiese sido por la estúpida de Nancy.
- Feliz Navidad Rilia... por cierto, te quedarás para el interrogatorio al vecindario... ¿verdad?
- Sí lo sé... ¡¡¡adiós!!!.

Alicia se queda de pie por un par de minutos, recordando algunas escenas de su pasado, que nadie más que Rilia sabe, y nadie quiere recordar, regresa al mundo real y cierra la puerta mientras lanza un suspiro profundo.

Rilia camina hacia su casa, quizás teniendo los mismos recuerdos que Alicia, de pronto, escucha unos pasos tras ella, antes de que observe hacia atrás, le son tapados sus ojos con demasiada fuerza, minutos después logra soltarse, el sentimiento de susto que sentía se fue desvaneciendo al ver de quien se trataba. Era Steve, su novio.
- ¡¡¡Eres un idiota!!!... me asustaste demasiado -Dice algo ofuscada.
- Discúlpame amor...
- Qué bueno que viniste, ¿no sabes lo que está ocurriendo?.
- No, ¿por qué... todo salió bien?
- Ven, para que te platique, antes de que parte a casa de mi abuela.
- Ok.

Robbie comienza a meter un par de maletas a la camioneta de su padre, una de ellas cae y con el golpe se abre, de inmediato comienza a recoger las cosas, al parecer, son pertenencias de su hermana. Una de ellas había un sobre de fotos, le llama la atención una en donde está ella con Alicia y Nancy. Tal parece que es la navidad pasada. Pero él no recuerda que ellas tres se hubiesen llevado. Casualmente le da la vuelta a la fotografía y nota una dedicatoria. Esta dice unas palabras escritas especialmente por Nancy, quien amenaza con dar por terminada su amistad pues no ya se juntaba con zorras. Escucha las voces venir de su hermana, de inmediato guarda las fotografías en su bolsillo y termina de empacar las maletas.

Sin que nadie lo vea salir, se dirige a la casa de Alicia con demasiada prisa. Al llegar la madre de la chica lo deja subir, pues Alicia se encuentra bañándose y lo deja en su recámara para que la espere.

Minutos más tarde, Alicia sale, se sorprende al ver al chico sentado en su cama, lo observa por un momento para después sentarse frente a su tocador, a peinarse, desde el espejo lo observa.
- ¿Qué pasa Rob?... ¿por qué ese rostro? -Dice confusa Alicia.
- Nada... simplemente varias dudas comenzaron a darme vueltas en la cabeza...
- ¿Y yo qué tengo que ver con tus dudas?
- Que estas dudas te incluyen a ti...
- Bueno Robbie, déjate de tantas tonterías y date prisa por que tengo que alistarme para la cena de Navidad. -Dice algo enojada la joven.
- Bien... dime Ali... ¿sostienes alguna relación con mi hermana?
- Ouh... si te refieres a la sexual... -es interrumpida.
- ¡¡No!!... simple relación amistosa.
- No... menos, para nada... por... ¿por qué me lo preguntas?.
- Pues... - saca la fotografía y se la muestra a cierta distancia - ...esta foto, me dice todo lo contrario.
- Ah...- se queda callada por un momento, observando la fotografía tratando de darle una excusa distinta al chico. - pues... ¿de dónde sacaste esa foto Rob?
- Ese no es el punto Alicia... si no te llevas con mi hermana, entonces esto es un fotomontaje bien logrado porque... - lo interrumpe la chica.
- ¡¡Sí, sí!!!... éramos amigas, pero desde el año pasado lo dejamos de ser.
- Ah... ¿se puede saber por qué? -Pregunta curioso el joven.
- Eres un chico muy entrometido Robbie... pero no, no te lo diré, mejor pregúntale a Rilia, a ver si ella misma te contesta esa pregunta.
- Pues lo veremos... gracias por la información Alicia y... de nuevo, Feliz Navidad. -Saliendo de la habitación.
- Adiós Robbie.

Robbie regresa a su casa y se encierra en su cuarto, su padre había salido al trabajo por un momento, por lo que su salida a casa de la abuela tendría que retrasarse.

Escucha que tocan el timbre desenfrenadamente de su casa, se levanta para cerciorarse por la ventana, se trata de Steve, su hermana de inmediato abre la puerta y salen a platicar en la banqueta. Desde ese ángulo Robbie logra observar bien a Steve que se encuentra lloroso, Rilia trata de calmarlo, pero él se delata miedoso; Robbie no deja de observar confuso y completamente extrañado. Sorpresivamente, Steve empuja a Rilia, esta le contesta con una fuerte cachetada, que lo hace tambalear; minutos mas tarde, Steve se marcha corriendo, hacia la casa de Alicia, donde no tarda mucho.

Sin darse cuenta, Robbie es observado desde el marco de la puerta, entonces, siente una presencia cerca de él.

- ¿Qué estás observado hermanito? - pregunta Rilia.
- ¿Rilia!!?... me asustaste... ¿qué pasa?.
- Te pregunté qué estabas observando.
- Ah, es que el timbre me despertó, iba a insultar a la persona, pero ví que era tu novio, así que ya no le dije nada.
- Ah bueno... pensé que me espiabas.
- ¿Habría motivo para hacerlo? - pregunta Robbie.
- No lo creo.
Se da la media vuelta y se marcha, algo seria. De inmediato Robbie cierra la puerta de su recámara con seguro y se acuesta en su cama, a observar la fotografía, que no deja de ser tan misteriosa como extraña.

Pasa un tiempo, en todo la casa hay silencio, el timbre del teléfono de nuevo vuelve a despertar a Robbie. Alza el auricular, pero su hermana ya había contestado, algo lo retiene a colgar el teléfono.
El que esta en la línea es Steve, la conversación le llama la atención.
- Ya no soporta esta presión, Rilia, nunca debí de haberte hecho caso...
- Cállate, deja de llamarme por favor, esto se está desbordando, hasta mi hermanito me anda acosando, solo falta que... ¿escuchaste eso?...
- Una respiración... una tercera respiración!!!...
- Cuelga el teléfono!!!.
Robbie escucha los pasos venir de su hermana, de inmediato se acuesta en su cama y se hace al dormido. Rilia abre la puerta salvajemente, pero observa a su hermanito durmiendo, no dice nada y se marcha de su habitación, cerrando la puerta.

Steve sale de su casa, apenas colgó el teléfono, corre hacia su automóvil, lo enciende y arranca a toda velocidad, su madre sale asustada y le grita desde la puerta, pero ya se encontraba lejos, la mujer desde la puerta trata de imaginar lo que tanto mortificación a causado a su hijo, como para que saliera de esa manera.
Steve se encuentra muy nervioso y alterado, se encuentra lloroso, su celular comienza a sonar, mientras conduce lo observa, pero no se decide a contestar.
El timbre deja de sonar; se toca el cabello con la mano, tratando de pensar en una solución, su cabeza le da vueltas. Se cruza un alto, y casi pasa atropellar a un anciano vestido de Santa Claus.

De nuevo comienza a timbrar el celular, esta vez decide contestar, se trata de Rilia, quien trata de calmarlo, le explica que su madre acaba de llamar y está preocupada por su estado.
- Ya no aguanto esta tensión Rilia!!! - grita demasiado alterado. - siento que me voy a morir por el remordimiento!!!.
- ¿Donde estás?... ¿estás conduciendo?... por donde andas Steve..
- Todas las imágenes me dan vuelta en la cabeza... nunca debí de haberte hecho caso!!! Nunca!!!.
- Cállate y escúchame...
- Oh no carajo!!!...
- Steve??... qué sucede?
- Son los malditos frenos... Nooo...
- Amor!!!... ¿te encuentras bien?- se escucha un ruido demasiado fuerte - Steve!!!!... ¿qué es ese ruido?... Steve!!!! - grita aterrada Rilia.

Rilia se queda de pie, esperando escuchar de nuevo la voz de su novio. Se cubre la boca, tratando de ocultar su pánico, se ahoga un grito.
Entonces...se escucha un fuerte estallido.
Cuelga el teléfono, se seca la lágrima que recorría por su rostro, desde las escaleras de la casa, es observada por Robbie. Rilia, toma su abrigo y sale corriendo de su casa, Robbie comienza a observarla desde el ventanal de su sala.

Son más de las diez de la noche.
Rilia entra sorpresivamente a la casa de Alicia. Entonces Robbie sube al cuarto de su hermana, coloca el seguro y enciende las luces. Comienza a revisar todos los cajones. No se sabe exactamente lo que busca el chico, pero lo tiene demasiado tenso.

Mientras tanto en el cuarto de Alicia.
- Steve... murió, y es por nuestra culpa Alicia...
- No Rilia, tú lo involucraste, no yo... ¿recuerdas?
- No es momento para ponernos a recordar como sucedieron las cosas exactamente...
- Es mejor momento para... - se detiene, observa afuera de su ventana. Su cuarto colinda con la de Rilia, observa a Robbie revolviendo las cosas de su hermana. - ¿Ya viste a tu hermanito?...
- ¿Pero qué...? - se levanta, se coloca junto a la ventana para observarlo, de pronto, Robbie observa a su hermana que lo mira con el seño fruncido. De inmediato sale corriendo del cuarto - Estúpido! ¿qué busca?... No!!!... El no nos hundirá... Vamos a seguirlo en... tu carro.
- Pero... la cena...
- Es más importante esto Alicia.
Ambas salen corriendo de la casa, y se introducen en la unidad móvil.

Robbie comienza a observar el auto de su hermana desde el espejo retrovisor, el otro auto comienza a alcanzarlo demasiado, el auto golpea al del chico, pero el que pierde el equilibrio, es el de ellas. Desde su espejo Robbie observa a su hermana y su vecina, dar vueltas sobre la carretera y chocar con un árbol.

De inmediato frena el chico el auto, se baja para cerciorarse del estado de ambas. Se acerca con las fotografías en la mano. Camina hasta llegar al auto, al llegar junto a él, observa solo a Alicia recostada en el asiento con los ojos cerrados. Robbie la observa sin darse cuenta que alguien se para justo tras él. Sorpresivamente Alicia abre los ojos, al tiempo que lanza un brinco de susto el chico.
- Feliz Navidad Rob - dice Alicia.
- Alicia, casi me matas del susto...
- No, de eso nos aseguraremos hermanito... - dice Rilia parada justo tras el chico con una rama de árbol, pegándole fuertemente en la cabeza. - idiota.

El chico cae al piso, Alicia sale del auto y toma las fotografías, se cerciora que contenga la que le había mostrado en su casa. Efectivamente sí son esas, las coloca en el bolsillo de su chamarra, entre ellas dos, alzan el cuerpo de su hermanito, y lo llevan hasta el automóvil de Robbie, abren la cajuela.

Pero justo cuando están a punto de echarlo, él despierta. Antes que escape, lo amarran con una soga y lo sientan en la parte de atrás, de nuevo se suben al auto y se alejan del otro auto. Robbie las observa molesto, esperando que le den una explicación.
- Hay por favor no me veas de esa manera Robbie - dice sarcástica Rilia.
- Qué esperas que te demos alguna explicación?... pues muy bien.
- Las estoy esperando...
- Ay niño... eres muy ingenuo, todo lo hicimos para salvarte de las garras de esa arpía...
- Se refieren a Nancy?
- Sí esa misma hermanito... esa a parte de despreciarte centenares de veces, pensaba jugar con tus sentimientos y engañarte después.
- Y esperan que les crea... por favor?... ese el motivo externo, pero estoy casi seguro que hay algo más... que también involucra a mi cuñado... Steve.
- No juegues con eso?... él está muerto ahora!!!.
- ¿Como estás segura de eso hermanita?
- Pues por... - hacen un alto, en una calle algo deshabitada delante de ellas hay otro móvil - porque lo escuche por el teléfono...
- Eso es verdad...

El semáforo cambia de luz, pero el auto que esta delante de ellas, apaga su motor, Rilia se enfada y comienza a tocarle el claxon. Espera un momento para saber si reacciona, pero nada, de nuevo vuelve a tocarle el claxon y es cuando se abre la puerta del conductor. Ambas chicas observan; saca primero los pies, son unas botas negras, después el cuerpo y por último la cabeza que está cubierta por un gorrito de santa Claus. Las chicas se exaltan. Pues baja con un palo de golf.
- Les dije que ese Santa Claus tenía que ver con la muerte de Nancy. - dice
Robbie.
- Cállate idiota!! - dice Rilia.
Las chicas tienen algo de miedo, sus rostros delatan el pánico que están sintiendo.

El Santa Claus camina hacia ellas, en el momento en el que Rilia intenta salir del auto, este rompe el parabrisas con el palo, ambas gritan de susto.

Abre la puerta y saca de los cabellos a Rilia, ella cae al piso aterrada, abre la puerta de atrás y saca al chico amarrado. Después de desamarrarlo, se quita el gorro de Santa, delatando su rostro. Ambas chicas se sorprenden al ver de quien se trata.
- Te lo dije hermanita... nunca asegures sin saber - dice riéndose Robbie.
- Te sorprende verme "amorcito"? - dice Steve.
- Pero yo te escuché, como chocabas.
- Pero no viste lo que ocurrió, eso es muy diferente.
Alicia se baja y ayuda a levantar a Rilia, ambas se encuentran desconcertadas. No entienden absolutamente nada de lo que esta ocurriendo.
- ¿Sorprendida?... nunca juegues con fuego preciosa.
- Pero ¿cómo te salvaste?... yo misma...
- Sí, tú misma desconectaste los frenos del auto, mi madre te vio salir del garaje. Además Robbie me previno.
- Pero el ruido?... como?
- Es que sí me estrellé, solo que logré salirme antes del impacto, caí entre los pastizales. Deje en el interior mi celular y tu si lograste escuchar el impacto.
- Que hábil.
- No Rilia, tú eres mas hábil que yo. Planear todo esto... pero estoy seguro que no lo planeaste sola, ¿verdad Alicia?.
- A mí ni me mires... yo no tenía problema contigo. Es tu noviecita, que no soportaba a un chico tan gallina como tu.
- Bueno eso lo arreglan después - dice Robbie tratando de equilibrar la situación - alguien me va a decir... dímelo tu mismo Steve.
- Ok... yo te lo diré... soy el único arrepentido... pues una noche antes de la muerte de Nancy...

Los tres observan a Steve quien comienza a confesar su más terrible secreto.
Alicia comienza a caminar lentamente, tratando de no ser vista.
- ...entonces, ellas me haaaa....
un golpe fuerte se escucha resonar, se trata de Alicia, quien golpea fuerte el palo de golf contra la cabeza de Steve.
- No permitiré que tu novio nos hunda - dice algo alterada Alicia.
- Pero qué has hecho estúpida... ya mataste al único que puede decirme lo que pasa aquí - dice enojado Robbie.
- Si no dejas de sofocarnos, también a ti te sucederá lo mismo.
- No amenaces a mi hermanito estúpida.
- Estoy tratando de salvar nuestro pellejo... no seas inepta.
- Lo siento hermanita, pero tú tienes que salvarte de esto... - dándole un golpe en el rostro, Rilia cae inconsciente al piso - Tú me dirás lo que pasa, y ni se te ocurra tocarme porque te va peor.
- Lo tenías planeado todo verdad Rob?... por qué?... solo por saber quien mató a la zorra de tu amor platónico.
- Mejor dime la verdad...
- La verdad es que no podrás salvar a tu hermanita, de hecho esta más involucrada que yo...- la puerta del auto se abre sorpresivamente. - haaaa.

Cae al piso y se golpea severamente la cabeza, tras la puerta se levanta Steve. Con sangre corriendo de su cabeza.
- Llevémoslas a la policía antes de que se despierten!!
- Estás seguro que quieres hacer esto Steve... tú también estás involucrado, hasta donde sé.
- Ya no puedo con este remordimiento, sé que será lo mejor.
- Es tu decisión, por que te dejaría escapar...
- No, no es lo correcto.
Steve acelera el auto, dirigiéndose a la policía.
Estando en tan grave situación, ambas decidieron confesar toda la verdad.

Era las 11 de la noche del 24 de diciembre y ellos vivían su peor Navidad.

"esto es según las confesiones de ambas son la colaboración de Steve:"

Nancy, Rilia y Alicia, eran amigas desde la secundaria. En primero de preparatoria acaba su amistad, por la culpa de Nancy quien las difama de haber pasado a secundaria, pues se habían acostado con el director y varios maestros, nadie sabe sus motivos.

A partir de esa declaración, ambas chicas se hicieron más amigas y trataron de vengarse de la chica, pero ellas siempre se las arreglaba para ganar.

Cuando pasan a segundo semestre, Rilia conoce a Steve y se hacen novios. Nancy descubre el noviazgo y difama que Rilia compartía a su novio con su mejor amiga. A partir de ese chisme Alicia y Rilia, por el bien de su reputación, sacrifican su amistad y se separan por completo.

La gota que derramó el vaso, fue cuando pasaron a tercer semestre y Robbie entra a la preparatoria, se enamora perdidamente de Nancy, esta a sabiendas de que es el hermanito de su enemiga, lo rechaza, pero no conforme lo comienza a humillar.

Rilia se le ocurre un plan macabro para detener definitivamente a Nancy, le platica a Alicia el plan, ella al principio lo rechaza, pero la convence, haciéndole entender que no perderían nada.

El plan consistía en terminar por completo a Nancy, decidiendo asustarla con un atentado sumamente fuerte. El plan incluía a Steve, para que sea el que la asuste con un pica hielo, él se niega por completo, por lo que entre ellas lo drogan para que inconsciente de sus actos, realizara el plan de las chicas. Sin sospechar de las consecuencias, sacan a Steve para que concluyera con el plan. Nunca pensaron que el desprecio que tendría Steve contra Nancy se propiciara más de la cuenta.

Steve mata primero al anciano, toma su vestimenta y comienza a perseguir a Nancy, cuando la tuvo entre sus manos, el efecto le toco por completo el cerebro y sin compasión alguna apuñaló con el pica hielo a la chica. El plan se había desbordado por completo.

Las chicas se enteraron de la verdad hasta el día siguiente. Se asustaron, pero más Steve, cuando volvió en sí, descubrió lo que había hecho y el remordimiento comenzaba a hundir el plan.

Rilia decide eliminar a su talón de Aquiles, desconectando los frenos del auto, él la descubre al igual que Robbie, descubre ciertos secretos del pasado de su hermana, cuando da por hecho que su hermana esta más que involucrada, decide salvarla, golpeándola para culpar solamente a Alicia, pero era más que imposible".

Las chicas y el joven, pasaran una buena parte de su vidas tras las rejas, pues a pesar de que Steve halla sido el que mató a la chica. Ellas eran las que planificaron la idea, y mucho más Rilia.

Robbie, se siente mal, por su hermana, pero era demasiado tarde para salvarla. Sus padres lo lamentan mucho por ella, pero más por los padres de la chica, quien difícilmente pueden ver a los de Rilia al igual que a la madre de Alicia, quien está desbastada por ser su única hija.

FIN

Originalmente la bauticé como "Xmas DismaL" pero en español le puse "Navidad Siniestra". Espero te guste. Abrazos por año nuevo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La Sangre es un vinculo sagrado


La sangre es la vida. Es el líquido vital, el río rojo de la vida. Todo está en la sangre, la sangre lo es todo.

Bienvenidos una vez más a La Torre del Misterio de Fermín Castro. En esta ocasión quisiera volver sobre los misterios de la sangre. Tema apasionante donde los halla y muy peligroso a veces.

No existe unión más fuerte que la sangre. Desde el inicio del hombre las civilizaciones se han forjado con sangre. En las denominadas culturas primitivas la sangre sella los pactos de colaboración, de unión. Es la sangre la que crea invisibles lazos de unión tribal, es la forjadora de los clanes. La sangre marca a los hombres con el sello del clan. Pero los rituales y pactos de sangre no son sólo propios de estas culturas primitivas. La época clásica de Occidente, la raíz de nuestra cultura actual occidental, la civilización que mostró a los hombres la luz de la filosofía, de la matemática, la poesía y el arte dio muestras de actos atroces, de espeluznantes holocaustos:

La noche nos muestra jirones de estrellas, brillan con la frialdad propia de los dioses. Un grupo de encapuchados entran en un solitario edificio. En el débilmente iluminado interior las embozadas figuras proyectan sombras irreales sobre el muro estucado. En las paredes sobre las que se acarician las sombras se encuentran pintadas escenas terribles de la muerte y maldad. El techo está abierto en el centro, por él se derrama la luz lunar sobre el cuerpo de un niño. Desnudo, inconsciente sobre un ara de inmaculado mármol blanco. Junto a él un hombre vestido de negro, murmura las palabras rituales, el resto de los conjurados las repiten. Unidos en una conjura por obtener el poder van a sellar su traición mediante un sacrificio de sangre. Apollodoro es el ser terrible que comete este abominable acto. Un puñal brilla en la noche, un destello fugaz seguido de un leve gemido. La sangre y vísceras se vierten en una copa mezclada con vino. Uno a uno los conjurados beben el terrible elixir. Nadie se atreverá a romper el pacto.

El sucesor de la cultura griega, también muestra actuaciones de este tipo. Así la famosa conjura de Catilina se selló con un pacto de sangre. El ritual fue tan fuerte que todos los conjurados fueron fieles a Catilina aún sabedores de que las legiones se aproximaban para poner fin al sueño del poder.

La hermanad por la sangre es muy común a lo largo de la historia. Tácito, en sus celebres Annales, nos relata como Radamante y Mitridates forjaron una alianza militar que sellaron mediante la sangre. Perforaron sus pulgares y los unieron para que se mezclara la sangre. Ya eran hermanos de sangre, su destino estaba unido desde ese momento.

Herodoto al hablar de los mercenarios griegos nos relata la costumbre de estos de unirse con los soldados con los que van a luchar por medio de la sangre.

Luciano nos relata la siguiente bella anécdota:

Estando un escita y un griego discutiendo sobre qué pueblo tenía mayor grado de consideración en la amistad, el escita habló de la siguiente manera: «La amistad escita es más firme que la griega ya que ésta se basa en razones de afecto o en la conveniencia y establecimiento de vínculos familiares, mientras nosotros, los escitas, sellamos la amistad por medio de una fraternidad suprema. Mezclamos nuestra sangre con quien tratamos como amigo, y le convertimos en nuestro hermano. Extraigo parte de mi sangre y la intercambio contigo, la vierto en una copa y ambos bebemos en ella después de sumergir la punta de nuestros puñales en el líquido. A partir de ese momento, es como si fuésemos solo uno» (citado por Manuel de la Prada en el libro El mundo de lo oculto).

La sangre es el elemento vital. Es un símbolo de vida y son numerosísimos los mitos que hablan de seres vivos que deben su existencia al derramamiento de sangre por algún dios. La sangre crea sangre, la vida crea vida, el acto supremo de la deidad es la vida.

«Después tomó un cáliz, dio gracias, se lo pasó a ellos y bebieron todos de él. Y les dijo: ésta es mi sangre, la sangre de la alianza, que será derramada por todos» (Marcos 14-24).

rarezas de los joker


navegando por la web me he encontrado este pack de jokers en ebay estoy interesado en que alguien me diga si hay quien los venda

batarang


Batarang: El primer gadget obligatorio del juego. Es un objeto con forma de murciélago que lanza para romper objetos, cortar sogas, o incapacitar enemigos por un tiempo. La cantidad de batarangs es ilimitada.

Multi-Batarang: Gadget comprable. Son varios batarangs (máximo tres) que pueden ser lanzados al mismo tiempo con el fin de noquear varios enemigos a la vez. Se puede volver a usar de nuevo tras un breve período de recarga.

Batarang con control remoto: Es un gadget comprable que básicamente es un batarang, pero su dirección puede ser controlada por el jugador, como si el personaje fuera el batarang. Se lo puede usar de nuevo luego de un tiempo de recarga.

Batarang sónico: Es un gadget comprable. Su diseño es circular y con dos filos, uno a cada costado. Se puede lanzar, y éste quedará clavado donde lo hayamos dirigido, desde donde emitirá un sonido que atrae a los enemigos, lo que permitirá poner trampas y, si este batarang ha sido mejorado, se lo podrá detonar incapacitando al enemigo. Se puede usar de nuevo luego de un tiempo de recarga.

jueves, 3 de noviembre de 2011

cubos cosmicos


Origen

Los cubos cósmicos son en realidad seres sentientes de poder absoluto, que en su momento abandonaron el estado sentiente y asumieron formas físicas, en las cuales son empleados por otros seres pero ya no disponen de voluntad propia. La mayoría asumieron formas de cubos, pero otros asumieron otras formas geométicas diferentes, por lo que a la totalidad de ellos se los conoce como unidades cósmicas contenedoras

Limitaciones

Antes de asumir su estado actual, las entidades que se volverían Cubos Cósmicos tomaron algunas decisiones sobre qué deseos concederían y qué deseos no. De esta forma, en condiciones normales un cubo cósmico es incapaz de afectar a las almas o de destruir el universo en su totalidad. Sin embargo, si millones y millones de seres unieran sus voluntades en ese sentido, podrían anular dichas restricciones y lograr esos propósitos.

Además, no pueden afectar a las grandes entidades universales como Galactus, La Muerte, Eternidad, Infinito o el Tribunal Viviente.

Portadores del Cubo cósmico

Dado su gran poder, muchos villanos han utilizado al Cubo Cósmico para sus fines. Entres ellos se encuentran

* Thanos
* Dr. Muerte
* Cráneo Rojo
* El Magus
* La Diosa

Aparición Cinematográfica

El Cubo Cósmico aparece brevemente en la película Thor, después de los créditos. Nick Fury le muestra el cubo a Erick Selvig quien, después de verlo pregunta qué es, y Nick Fury sólo se limita a responder "Poder".

Igualmente vuelve a aparecer en la película Capitán América: el primer vengador, siendo un objeto de origen místico perteneciente a la mitología nórdica (se le podría considerar la relación con Thor). Es utilizado por Red Skull para tratar de dar la victoria a los Nazis en la Segunda Guerra Mundial. En un momento dado el cubo libera su poder y abre un portal hacia el Valhalla, luego no vuelve a verse.

martes, 1 de noviembre de 2011

Halloween



Calabaza, motivo ornamental típico de esta celebración.
Origen de la celebración Celta
Día de celebración 31 de octubre
Día de la semana Lunes (2011)
Celebrado desde Siglo XIX
Lugar de celebración Principalmente Estados Unidos

La Noche de Brujas o Halloween (Jalouín) es una fiesta que se celebra principalmente en Estados Unidos, norte de México, algunas provincias de Canadá, Irlanda y el Reino Unido en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de todos los santos. En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.[1]

El día se asocia a menudo con los colores naranja y negro y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o'-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura historias de miedo y el visionado películas de terror.